Nada es Igual

En el trabajo, mientras que escucho al novedoso para mi Benny Ibarra, me doy cuenta, en un tema, que recuerda en cierta forma a "La Guardia" con aquel cuando brille el sol, "Los secretos" con el vidrio mojado... Sin dudarlo y con ganas de poner mi cabecita a recordar aquellos momentos con mi hermano, mientras el hacia que tocaba la bateria mientras se sentaba en el borde de la cama frente dos sillas y con dos lapiceros nuevos, y yo tocaba la guitarra con raqueta en mano y cantaba al palo de la escoba. Eramos los reyes de aquel nuestro mundo. Y teniamos un publico mudo, con ojos fijos y nombres a cada cual mas raro, pero que nos ensordecian con los aplausos.
Miro a mi espalda y solo veo una pared en blanco con un buzon de correspondencia de comunicados y un calendario con el mes de Septiembre medio tachado. Pero no es eso lo que quiero mirar, no es lo que quiero ver, quiero revivir esos momentos, en los que cuando terminaba la pelicula de por la noche, cerraba los ojos y me hacia la dormida, para que me llevaran en brazos a la cama, y cuando mi padre no podia, lo hacia mi hermano, pero el cogia una manta, me tumbaba en ella y arrastraba la manta hasta mi habitacion para meterme en la cama. Quiero ver aquel dia que mi hermana se convirtio en mi propia entrenadora, y como no queria que el resto pensara que por ser mi hermana tenia favoritismos, me ponia a correr mas que a las demás. Quiero ver aquellos dias en los que mis hermanos iban los dos a clases de baile juntos, y yo estaba deseando que llegaran a casa para que me enseñaran lo que habian aprendido, y como unos años despues yo me convertí en su profesora. Como mi hermana me metia miedo por las noches, diciendo que iba a venir el "canuto" a por mi si no la hacia caso. Como hace un año y medio estabamos todos en casa, hoy estoy sola con mis padres. Como hasta hace un año y medio mi hermano me veia y sabia si estaba mal o bien, ahora no me ve.

Ahora para poder quedar los tres juntos a cenar un dia, tenemos que ponernos de acuerdo una semana antes, y cada vez invita uno.

Aunque nunca se lo diga a ninguno, ni se lo haga notar, los echo mucho de menos, mucho, tanto que no puedo evitar que ahora se me inunde la mirada, de saber que no estan en casa. Les veo mas o menos amenudo, pero no es la misma complicidad de antes. Aunque se que estan solo a una llamada, a mi me cuesta mucho hacerla cuando lo necesito.



Nada es igual, la esencia es la misma, pero nada vuelve a ser como antes.

PD. El plazo de inscripción a lo de la OP.Camel sigue abierta, el premio sera una inigualable cena junto a la "niña Camel" y sus preciosos ojos.
Hoy me arden los ojos, me pesa el cuerpo, y tengo frio hasta en los huesos...