lunes, 1 de febrero de 2010

541. Cuestión de perspectiva

Cuando pregunté en el FB "si preferíais la muerte de un ser querido o la propia", muchas os quedáisteis pensando que algo me había pasado, o peor, que me ya me había vuelto totalmente loca.
Y sin embargo no había sucedido nada de esto. Esta pregunta fué fruto de una de las tantas conversaciones con Ixchel. Las dos expusimos nuestro punto de vista, y como es de esperar, una servidora, que es una más del montón, sin dudarlo dije que prefería la propia antes que la de un ser querido. Me llamó egoísta, y me explicó el porque de llamarme así.
Totalmente me convenció, caí rendida, sin poder llevarle en este caso la contrária. Tenía toda la razón, era una egoísta.
Luego el tema se alargó, cuando se planteaba desde el punto de vista de un Padre o una Madre.
Anoche le dije "escribeme un post que yo no tengo inspiración" y aceptó, esta mañana me pregunta que como iba nuestro "estudio", se refería a la pregunta que planteé en FB. Así, se nos iluminó la bombilla, ya teníamos tema para el post que me debía. (deber... deber, no me lo debía, pero como aceptó, pues es lo que le tocaba.)

Así que, os dejo con sus letras, hago la explicación, para que no os extrañe... yo no escribo así de bien. Eso sí la música ya sabéis que es por gentileza de la casa.






Vida y muerte van unidas ya mucho antes de nuestra llegada al mundo. Millones de células mueren, y otras tantas nacen, mientras nos desarrollamos dentro del vientre materno. Tenemos dedos porque llegado el momento, las células que hay entre ellos mueren y desaparecen, tenemos piel sana porque se renueva constantemente, así como el pelo.
Somos vida, al igual que somos muerte. Constantemente se dan ambas cosas dentro de nosotros. Constantemente algo muere, para dejar paso a la vida.Sin embargo la idea de morir nos aterra, nos da miedo. Es normal. Es instinto de supervivencia, lo llevamos grabado a fuego en nuestros genes. No queremos morir. Pero si llegado el momento, nos dan a elegir… nuestra muerte o la de un ser querido (madre, padre, herman@). Entonces no lo dudamos… ¡preferimos morir nosotros!. Y lo decimos en voz alta, que todos lo sepan. Que nos tachen de héroes, de desinteresados, de solidarios. Hasta que alguien, puede que yo misma, os diga que es mero egoísmo. No nos importa morir. Claro que no. Cuando alguien muere ahí acaba todo. La lucha, el sufrimiento, el superarlo. Eso es trabajo del que queda vivo. Es egoísta preferir morir en lugar de que muera tu madre. Es egoísta porque una madre jamás supera la pérdida de un hijo. Es cierto que cuando perdemos a alguien se crea un vacío insoportable y que jamás nadie podrá llenar. Pero también es verdad que la vida se encarga de curar las heridas. Supongo que lo único importante es estar vivo el máximo tiempo posible, el que nuestra genética y la suerte nos permita, y disfrutar. Reír, llorar, jugar, amar, viajar, aprender. Que pase lo que pase, estemos orgullosos de haber pertenecido a esto que llaman vivir, y sintamos que aprovechamos bien nuestra oportunidad.





NO VOLVERÉ A SER JOVEN
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
Jaime Gil de Biedma
Gracias Ixchel

4 comentarios:

M dijo...

Muy buen texto y muy buena música.
Creo que llegado el momento también preferiría ser yo la que se va antes que cualquier otro de mi entorno.

Anónimo dijo...

No sabría elegir, porque para mi la muerte es un nuevo comienzo...
(como el tuyo)

bea dijo...

joer, pues yo preferiría no morirme yo...

hasta en eso soy rarita (o sincera o consciente)?

pues vaya!

Sashimi ÑamÑam dijo...

Yo conteste bien, así que espero mi premio XD