Lo último y lo primero

Lo último que hice en el 2009 fue intentar dormir a un bebé de 6 meses. Observarle como iba me iba dando con su diminuta mano en los labios, y en cuanto yo no le miraba, me clavaba su mirada como impresionado. Cuando le devolvía le mirada, el cerraba los ojos. Me tomo la cara son sus dos manos, y dejó descansar su cabeza en mi pecho. Pero no se dormía. Resulta mágico sentir dos respiraciones al mismo compás. En el momento que yo cambiaba el ritmo de mi respiración, el erguía la cabeza y me volvía a tocar la cara. Entonces se aferró con fuerza al cuello de mi camisa, y ya eran las doce menos cinco. Al ver que no se dormía, le invité a tomar las uvas conmigo. Cuando se lo dije, abrió los ojos de par en par. Y nos fuimos con el resto de la familia.

Por este momento la despedida del año, la sentí única.








La mejor forma de tener las cosas claras, me la descubrieron apenas un día antes de fin de año, y fue la primera canción que escuché en este año que ya a comenzado.

"Me pierdo, por temor a encontrarme. Me buscan, pero ya estoy tan lejos. Me cuesta, pensar que me hago viejo, y veo en mi reflejo, que no soy como antes. Es cierto, con poco me conformo"


No haré repaso del 2009. Guardo todo lo importante en mi memória. Quien ha estado y quien no. Quien ha hecho daño y quien me ha querido. Del 2010, solo espero seguir siendo yo misma.

Feliz año.