miércoles, 31 de enero de 2007

Una de cuentos

Una mujer, viuda, con dos niños, un bebe y Pancho de 6 años.
Esta tuvo que salir una mañana temprano y los dejo al cuidado de Marina, una chica joven de dieciocho años que de vez en cuando contrataba por poco dinero. Marina habia quedado con su novio, y en cuanto este llego a recogerla, Marina comprobo que los niños dormian, cerró la puerta de la habitación con llave para asegurarse de que no se escaparan o corrieran el riesgo de salir de la habitación y caerse por las escaleras, y descolgó el telefono antes de marchar.
Al tiempo, no se sabe por que motivo, si por un cortocircuito o que, las cortinar comenzaron a arder, y el fuego rapidamente alcanzó la escalera de madera que conducía a los dormitorios. La tos del bebe causada por el humo desperto a Pancho, que saltó de la cama y forcejeó con la puerta para poder salir, pero no pudo. Este grito a Marina, pero nadie contestaba, fue a marcar el numero de su mama en el telefono que tenia en su cuarto, pero no habia linea. Pancho sabia que tenia que sacar de alli a su hermano, intento abrir la ventana que daba a la cornisa, pero no podia quitar el seguro con su pequeñas manos, y aunque pudiera, aún debía soltar la malla de alambre que una vez su padre colocó como protección.
...

Cuando los bomberos terminaron de apagar el incendio, el tema de conversación de todos era el mismo:

"¿Cómo pudo ese niño tan pequeño romper el cristal y luego la malla con el perchero?"
"¿Cómo pudo cargar al bebe en la mochila?"
"¿Cómo pudo caminar por la cornisa con semejante peso y bajar por el arbol?"
"¿Cómo pudo salvar su vida y la de su hermano?"

El viejo jefe de bomberos, les dio la respuesta:
-Panchito estaba solo... No tenía a nadie que le dijera que no iba a poder.

(Cuentos para contar-Jorge Bucay)

6 comentarios:

mercedes dijo...

Eso me ha recordado que cuando tenia unos 7 años, jugaba yo detras del muro del patio de casa y de repente el perro del vecino se me vino encima... Era un parraco que ya habia mordido a mucha gente y siempre lo tenían amarrado pero ahi estaba, viniendo a toda carrera hacia mi... Solo recuerdo mi vision de estar saltando el muro y luego del otro lado, en el patio de casa... Era un pendiente el muro era mucho mas alto del lado de fuera que del lado de casa... Del lado que lo salte era mas de dos veces mi tamaño, como lo hice... ¿ah? nadie me dijo que no podia supongo jejejej

Anónimo dijo...

Uf, muy intenso el cuento.Por desgracia en la realidad no siempre las cosas acaban así de bien, acuérdate el otro día en Teruel....
Pero la moraleja está muy bien. Bs

yuyu dijo...

ahora te copias cosas de los libros? donde está la originalidad?
te violoooooooooooooo
XD
muas

L´Avendetta dijo...

¡¡¡¡pero mira que te gusta el bucay, ¿¿eh?????!!!!!! ayssssssss

que sí, que tiene razón, pero.... tía que parece una bolsa de caramelos.

muacks

Anónimo dijo...

me pareció ver una linda coquita.. XD
morenazaaaaaaaaaaaaaaaa monaguilla! quiero que seas un falooooooooo XD

Anónimo dijo...

pues sí, si a veces no se empeñasen tanto en decirnos que no podemos hacer no sé qué, que nos vamos a cortar, que nos vamos a caer... seríamos capaces de hacer muchas más cosas.
Un beso