Por petición popular y porque la inspiración de esta semana ha sido nula voy a continuar mi historia con P. Esta historia duró varios años, así que resumiré bastante y contaré sensaciones y sentimientos a lo largo de esos años más que contar hechos.
Después de nuestro primer beso en "nuestro armario", P. y yo seguimos nuestra relación amistosa exactamente igual, como si no hubiera pasado nada. Por entonces estábamos en segundo año de carrera y ya no estábamos en la misma clase, aunque todo lo demás seguía siendo igual.
Como dije en el anterior post, después de aquel beso y aunque hiciésemos como si no hubiese pasado nada, yo me empecé a enganchar de ella más de lo esctrictamente amistoso. Cualquier rato que yo tenía entre clase y clase iba a verla a la suya. Siempre me parecía que estaba guapísima con sus vaqueros y su jersey o con sus vaqueros y su camiseta. Cuando me acostaba pensaba en ella y cuando me levantaba pensaba en ella también.
Salíamos los fines de semana juntas, a veces acompañadas y a veces solas.
Durante esos años ella tuvo hasta tres novios (ninguno le duró más de un año) y varios rollos. Yo no tuve pareja en ningún momento. No podía, no tenía ojos para nadie más, sólo para ella. Era una tortura cuando ella estaba con alguien y la veía besándose con esa persona. Se me caía el mundo!!!! Era horrible!!! Así que, ella se dedicaba a "coleccionar" novios y yo me dedicaba a ser la "mejor amiga". Lo hacía porque quería, porque siempre he tenido, y sigo teniendo, un concepto de la amistad muy fuerte y, aunque me moría por dentro cada vez que la veía con otra persona, a la vez no quería dejar de ser su amiga, de que me contase sus cosas y de ayudarla en lo que pudiera.
Pero esos tres novios que tuvo, los pobres tuvieron sus cuernos. Sí, así es. Ella y yo nos volvimos a enrollar varias veces...... Daba igual que estuviese con alguien. Todas las veces que nos enrollamos me parecieron maravillosas. Considero a P. la persona con la que aprendí a besar. Cada vez que nos enrollábamos nunca hablábamos después del tema y, lógicamente, nunca nadie se enteró hasta pasado el tiempo y pasada la historia.
Mi enganche pasó a enamoramiento y estaba dispuesta a todo por ella. En ese momento hubiese muerto por ella si hubiese sido necesario, de hecho llegué a tener algún sueño en el que moría por ella y moría feliz.
Llegó el momento en que ya no pude más y se lo dije, le dije todo lo que sentía por ella, lo que sentía cuando nos besábamos, lo que sentía cuando ella se besaba con otra persona...... Me dijo que para ella sólo era su mejor amiga y que no me quería perder, pero sólo como amiga.
Así que empecé a pasarlo todavía peor. Menos mal que no estaba sola, menos mal que tuve a mi amiga A. que fue mi apoyo y mi confidente de toda esta historia..... si no, no sé que hubiese sido capaz de hacer.......
Aunque yo había estado con algún chico antes, realmente considero a P. "mi primer amor".
Pasó el tiempo y después de llorar mucho, de intentar racionalizar todo lo que había pasado, después de pasar juntas el fallecimiento de una persona muy cercana a mí y el de una amiga común muy cercana a ambas y después de pensar que, a pesar de todo, quería seguir teniéndola como amiga........ lo conseguí. Empecé a verla otra vez como una amiga y a alegrarme por ella cuando era feliz con otra persona que no fuese yo.
Y, entonces, pasó lo inesperado. De repente, después de haber superado tantas cosas y sin ningún motivo (o, al menos, yo no lo conozco hasta el momento), un día me dijo que no quería seguir siendo mi amiga. Quedamos para devolvernos cosas que teníamos la una de la otra y se acabó. Yo me sentí fatal porque después de todo mi esfuerzo para que las cosas no acabasen así y poder seguir siendo amigas, al final había sido ella la que, por razones que aún desconozco, rompió la relación.
Estuvimos sin saber la una de la otra durante dos años e, inesperadamente, de repente, hace menos de un año recibo una llamada de teléfono. Ante mi sorpresa era P. Me preguntó cómo estaba, me dijo que me echaba de menos, que había pensado muchas veces en llamarme, pero que tenía miedo de mi reacción y que si me apetecía quedar con ella algún día para hablar. La dije que sí y quedamos. Estuvimos hablando de lo que nos había pasado en esos dos años. Yo la conté cosas más o menos superficiales, la hablé de trabajo más que nada. Ella me contó más cosas personales. Me contó que estaba con un chico desde hacía más de un año y que estaban pagando una casa juntos que les dan el año que viene. Me dijo que no quería hablar del pasado, pero que quería que fuésemos amigas, que nos llamásemos, que fuésemos al cine juntas, a tomar una cerveza.......
Así que, como soy tonta, en eso estamos ahora. Nos llamamos de vez en cuando, quedamos para ir al cine, a tomar una cerveza, algún concierto....... Obviamente no confío en ella ni una décima parte de lo que confiaba antes y no sé si volveré a confiar en ella alguna vez. Y, aunque me dijo que no quería hablar del pasado, yo no me he quedado conforme. Necesito que me diga que pasó para que no me quisiera como amiga así, de repente, después de todo lo que habíamos pasado juntas. Lo que pasa es que aún tengo miedo de preguntar, pero supongo que algún día de estos, con unas cuantas cervezas, reuniré el valor que me falta y preguntaré.
2 comentarios:
muuuuuuuuuuuuuuaaaaaaaaaaaaaaaaack!
Vaya historia chiquilla, me has dejado con los pelos de punta, eres muy buena amiga y muy poco rencorosa... conmigo lo llevaba claro (aunque eso digo ahora, luego soy una blanda).
Yo creo que los circulos siempre acaban cerrandose, tu historia se resolvera, seguro.
;)
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